jueves, 16 de junio de 2011

La Búsqueda de la Libertad.


Alguna vez se ha  sentido preso o enjaulado aunque no haya estado precisamente en una celda?  Ha deseado escapar y poder liberarse de alguna situación o de su vida actual para comenzar de nuevo? Ha soñado con volar? O  Siente un enorme deseo libertad?


Todo ser humano en algún momento de sus vidas se identifica con por lo menos una de estas características, y es que el deseo de  libertad en el  hombre es algo natural. A  lo largo del recorrido de la historia del ser humano se ha hablado, debatido y/o  especulado acerca de la misma sin haber llegado a un acuerdo definitivo.

Ahora bien la pregunta que muchos de ustedes se estarán formulando es: Existirá realmente la libertad? Y si existe como podemos conseguirla?      
    
                                                        
La libertad si existe, pero no se consigue, ya que no puedes obtener lo que te pertenece, la libertad es intrínseca al ser humano. Pero lo que sucede a menudo es que la gran mayoría la  busca fuera de sí,  utilizando los medios errados para alcanzarla y por tanto quedan preso de la confusión y la desilusión. Muchos creen ser libres pero si se detienen y analizan sus vidas son esclavos de algo…ya sea  del trabajo, de la pareja,  de la familia, del consumismo, de la televisión, del internet, del qué dirán, de los pensamientos, de sus placeres; otros incluso para escapar de esa esclavitud y liberarse, realizan otras actividades que terminan esclavizándoles más y hasta logran caer en vicios como son las drogas, el alcohol,  el sexo, salidas nocturnas...

Otros  piensa que serán libres cuando tengan su propio negocio, o cuando no tengan que trabajar, cuando terminen con una relación, cuando los hijos crezcan, cuando puedan viajar por el mundo, después de las 6 de la tarde, cuando llegue el fin de semana, cuando se lancen de un paracaídas, entre otros… pero que tontos son!!!
 La libertad no se puede reducir a una simple actividad, o al logro de una meta,  porque se es libre cuando  hasta el deseo de perseguir la libertad desaparece y se deja de  hablar de libertad como una meta y una realización. La libertad es inherente al ser humano como es la sal en el mar, o el dulce en la miel. 

Debemos entender que el ser humano está compuesto en un 77% de energía espiritual y un 20% energía mental y un 3% energía física. Asimismo el cuerpo físico se alimenta de la mente y la mente se alimenta de nuestro espíritu. Es por esto  que si una persona esta desequilibrada o carece de libertad a nivel espiritual será imposible tener una vida equilibrada y armoniosa en todos los aspectos.

Este deseo de libertad es propio del ser humano puesto que  forma parte de su verdadera naturaleza, de su esencia, ya que somos espíritus aprisionados en un cuerpo físico, pero lo que sucede generalmente es que buscamos esta libertad en lugares equivocados. El ser humano al estar identificado solamente en el cuerpo físico busca esta libertad en actividades que sólo le proporcionan  libertad física.  Ya sea deportes extremos, actividades al aire libre, disfrute de los placeres, vagancia, entre otros.  Es por esto que  nunca alcanza esa libertad soñada y como mucho ésta sólo se reduce a escasos momentos o situaciones…y saben el porqué de esto? Simplemente, porque si sólo buscamos la libertad física, nuestro espíritu nunca estará en paz, nunca se sentirá libre, nunca se sentirá en su verdadero lugar. Por tanto para poder alcanzar la libertad plena tan deseada, es necesario reconocer que además de un cuerpo físico somos seres espirituales.

Debemos tener en cuenta que hasta el pensamiento puede ser un impedimento en la búsqueda de la libertad. Esto se explica con el hecho de que aunque no se pueda apreciar a simple vista, hasta el hombre que se cree más libre es un esclavo, porque es esclavo de sí mismo, es decir, que su mente está cautiva dentro de un mundo de razonamientos e ideas, en un mundo lleno de preguntas y de dudas, y peor aún muchos quedan preso de la sociedad y poco a poco se ven envueltos  en un círculo del que ya nunca podrá salir, si no deja a un lado  su mente y abre su corazón a la verdadera libertad del alma.

A pesar de los intentos fallidos de alcanzar la libertad por los medios comunes, el ser humano esta empeñado en buscarla y definirla, ya que si no estuviese predispuesto a hacerlo no encontraría razones lo suficientemente fuertes para luchar por la vida que él cree que debe de ser digna y para ello libre.

Es por esto que debes entender que si estas cansado de perseguir tu libertad,  analízate y atrévete a cambiar, ya que no puedes esperar resultados diferentes haciendo siempre lo mismo…Atrévete a cambiar tus patrones y empieza a buscarla donde realmente se encuentra…en tí.

Muchos creen que libertad  es hacer lo que nos da la gana, mucho ojo con esto, eso es el libertinaje, corrupción de la libertad. La libertad es más bien  hacer lo que se debe hacer. El don de la libertad radica en controlar la propia conducta, La libertad ante todo es el autodominio y este autocontrol debe estar regulado por el sometimiento a la energía espiritual, porque así lo decidimos por nuestro libre albedrío, de este modo la inteligencia y voluntad alcanzan su mayor perfección,  y se descubre con toda facilidad donde está el bien verdadero y en base a esto, tomar las decisiones correctas.

El primer paso para ser libre requiere la ruptura de la identificación con el cuerpo físico, y el desprendimiento del apego a las cosas materiales. El ego se limita a pensar que sólo soy  es este cuerpo. Y algunos avanzan un poquito más y se identifican pensando que: “soy mis pensamientos” y “soy mis emociones”.  Pero detrás de todo esto hay una verdad profunda por aceptar e interiorizar y es que eres mucho más que eso. Si te detienes a pensar y dejas de identificarte con  tu cuerpo, con tus bienes, pertenencias, con tu estatus, con  tus pensamientos, emociones y sentimientos, notarás que todas estas cosas cambian a lo largo de la vida, y no importa que tanto hayan sido afectadas, tu vida continua…Debes entender que si puedes observar tu cuerpo, tus pensamientos y tus emociones significa que no eres nada de eso, sino que eres ese alguien, esa conciencia que observa todo eso. Lo que eres siempre es, no se modifica con nada de esos detalles que crees ser. Y es en el  descubrirte a ti mismo que se encuentra la verdadera libertad.

Una vez un discípulo, ignorante al fin,  le preguntó a su maestro quien siempre se encontraba la mayor parte del tiempo aislado y en un cuarto:                                         
 -Maestro, como usted puede estar tanto tiempo encerrado? Usted no se cansa de estar aprisionado?                                                                                                                                              El maestro, sonrió y le contestó: 
-  Yo nunca estoy encerrado…
Vaya enseñanza para el discípulo! En tan pocas palabras pudo  reflexionar sobre la paradoja de la vida: Muchas personas se la pasan en la calle, en el bullicio y en muchas actividades y parecen sentirse libres, pero su mente vive arropada por la angustia, la confusión  y la preocupación  y sus espíritus viven  desahuciados; mientras que otros en la quietud de su cuerpo y se su mente encuentran verdadera libertad y realización de sus espíritus.

Es hora de que te autoevalúes: ¿De qué eres esclavo? ¿De las heridas que recibiste cuando eras pequeño?,  ¿De tus traumas de la infancia?, ¿De lo que alguien más decidió que fueras?, ¿De una relación que no te satisface?, ¿De un trabajo que no disfrutas?, ¿De la rutina de tu vida? De la preocupación por el futuro? De la ansiedad por lo desconocido? De la rabia? Del rencor? Del resentimiento? Del la culpa? Del deseo de poseer?

Libérate ya! Y tira de una vez por todas esas cargas que no te dejan vivir en paz. Por mas difícil que sea tu situación o tus circunstancias, la decisión final depende de ti. Deja ya de culpar a otros y a tu pasado por lo que no marcha bien en tu vida.

La responsabilidad es toda tuya. Tu felicidad no depende de tus padres, de tu pareja, de tus amigos, de tu pasado, depende solo de ti.
¿Qué es lo que te tiene paralizado?, ¿el miedo al rechazo?, ¿al éxito?, ¿al fracaso?, ¿al que dirán?, ¿a la crítica?, ¿a cometer errores?, ¿a estar solo?
¡Rompe ya las cadenas que tu mismo te has impuesto! Y atrévete a ser libre, a ser auténtico.  A lo único que le debes tener miedo es a no ser tú mismo, a dejar pasar tu vida sin hacer lo que quieres, a desaprovechar esta oportunidad de mostrarte a otros, de decir lo que piensas, de compartir lo que tienes.

¿Qué esperas para liberarte de todas esas ataduras que solo te proporcionan tristeza e infelicidad? Recuerda que parte de esa liberación tiene que ver con el perdón a ti mismo y hacia los demás. En la vida hay cosas realmente importantes para perder el tiempo  en rencores y  discusiones. Hoy es el día de perdonar las ofensas del pasado y de arreglar las viejas rencillas.

¿Qué estás esperando para empezar a disfrutar de tu vida? ¿Que se arreglen todos tus problemas?, ¿Que se te quiten todos tus traumas?, ¿Que por fin alguien reconozca tu valía?, ¿Que llegue el amor de tu vida?, ¿Que regrese el se fue?, ¿Que todo te salga como tú quieres?, ¿Que se acabe la crisis económica?, ¿Que te suceda un milagro?, ¿Que por arte de magia todo sea hermoso y perfecto?

La verdadera libertad, no se alcanzará cuando tus días estén libres de preocupaciones, ni tus noches de desvelos y penas, sino mas bien, cuando esas vicisitudes te rodeen y, sin embargo sepas elevarte por sobre ellas, sin ataduras. Lo cual solo se logra con el rompimiento de las cadenas que nosotros mismos hemos creado a través de las falsas creencias. Lo que en verdad se necesita para ser libres es arrojar fragmentos del propio yo.

La vida no es lo que sucede cuando todos tus planes se cumplen, ni lo que pasará cuando tengas eso que tanto deseas. La vida es lo que está pasando en este preciso instante. Tú vida en este momento es leer cada una de estas palabras y hacer algo para cambiar. En este momento algo que no podemos comprender, te mantiene vivo y te permite, ver, moverte, reír, expresarte, pensar, reflexionar y sobre todo te da la libertad para que decidas el rumbo que le quieres dar a tu vida.

Cada vez que dices: No puedo hacerlo, es muy difícil, no tengo suerte,  no sé si me irá bien… Estas abriendo la puerta a la limitación en tu vida y vas creando pequeñas cárceles que te impiden la libertad.
Pare ser libre es vital deshacerse del miedo. El miedo es el limitante por excelencia,  automáticamente te encierra,  te  hace caminar en círculos, te  paraliza. Por tanto es necesario que te armes de valor y entiendas de una vez  por todas que es tu responsabilidad enfrentarlo.  Luego de afrontarlo te darás cuenta que era  más grave el miedo al miedo que  lo que realmente tenías que  enfrentar.  Además,  esta pequeña victoria de dará fuerzas para seguir adelante.

Para liberar tu poder interno es necesario entrar a la puerta de lo desconocido a través del silencio. Así descubrirás que tus pensamientos condicionados limitantes te mantienen prisionero. Tu mismo eres la prisión. Tu mismo la creaste y la sostienes todos los días con tus temores. Sólo a través del silencio podrás conocer la verdad y esta te hará libre. Cuando estés en silencio, formúlate las siguientes preguntas: Cómo me siento? Por qué siento esto? Y a cada respuesta que surja pregúntale el porqué. Llegará el momento en que no habrán más preguntas por  hacer, porque en ese momento o en cualquier otro te llegaran las respuestas, siempre y cuando abras tu corazón.

Para esto la meditación es una herramienta fundamental, ya que te permite aquietar  tus pensamientos,  entrar en contacto con tu subconsciente para así descubrir la raíz de tus miedos que son los que impiden tu libertad.  Con la ayuda de la meditación desarrollaras la facultad de cada momento observar y escuchar cada pensamiento y sentimiento tuyo como si le ocurriera a otra persona. Observa simplemente y mira las reacciones inconscientes ante la realidad. Empezarás a descubrir como tus miedos son los que reaccionan en mayoría de tus relaciones interpersonales porque no deseas enfrentarte a la realidad.

Por lo general es el  miedo a reconocer tu vacio interno,  falta de conocimiento, a estar o quedarte sólo, miedo a que descubran tus máscaras, entre otros. Los miedos te van aprisionando como una cadena que no dejaran liberar tu Poder Interno.

Observa y atrévete a dejar caer todos tus miedos sin darles batalla, sólo se conscientes de ellos les quitara el poder que tienen sobre ti. Entonces tendrás el valor de atravesar la puerta a lo desconocido y ser libre.

También, algo sumamente importante para descubrir el camino a la libertad es Abrirnos al Amor y aprender el respeto. A través de estos entraremos en contacto con el centro de nuestro ser y desde allí tomaremos las  elecciones más decisivas en el curso de nuestras  vidas

Es necesario recordar que  serán, en verdad libres, no cuando su vida no haya ningún problema ni dificultad, sino cuando a pesar de las vicisitudes puedan elevar sus alas y volar… cuando sus vidas este libre de apegos… Que significa esto? Que no importa lo que pase, ni que tan cuesta abajo vaya su vida, usted pueda sentir que nada ni nadie lo ata. Que su felicidad, que su paz interior sea inconmovible, en ese momento seremos  libres.

Entender que el auto control es indispensable. Y este Autocontrol, no es perder la espontaneidad y energía afectiva. Es ser dueño (a) de mis reacciones y exposiciones para no permitir que estas me dominen. Es medir las consecuencias de mis actos. Saber que mis palabras provocan reacciones que se devuelven en acciones hacia mí. Es decidir qué quiero atraer a mi vida, tomando el control de lo que hago y de lo que digo. Tener autocontrol es ser libre porque me domino a mí mismo (a), en lugar de dejar que las circunstancias o los demás me dominen.

Tu verdadera naturaleza es la libertad, pero no libertinaje, sino una libertad que va mas allá de lo físico, mental o emocional, sino que llena tu espíritu de energía, de paz y armonía.. La libertad surge del entendimiento de que somos una creación divina y que por ende formamos parte de ella y le pertenecemos. Por tanto Cada acción por voluntad propia,  se somete a una voluntad superior, que busca el bien común.  De este modo cada una de sus acciones  proviene del amor genuino hacia los demás miembros de la creación,  y por ende nuestros actos no sólo aspiran a esa bondad universal sino que la alcanza, lo que les proporciona a las personas una perfecta satisfacción. Y esta es  señores la verdadera libertad espiritual.

Un hombre nace con libertad, pero esa libertad se destruye cuando el mismo hombre se la impide. Al comprender que somos un espíritu a quién se le presta un cuerpo para vivir lo físico durante algún tiempo, pero más allá del cuerpo, el espíritu siempre es. Esa es la única forma de dejar atrás el mar de confusión y dar paso a la  libertad plena.

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