"No es valiente aquel que no tiene miedo, sino aquel que sabe
conquistarlo”. Nelson Mandela.
Cuántas veces
has tomado la decisión de hacer algo, emprender un nuevo proyecto, una acción; y justo
antes de llevarla a cabo te has quedado inmóvil, paralítico, preso del miedo?
Has intentado alguna vez, comunicar una idea, expresar tus sentimientos y
pensamientos, exponer tu desacuerdo con alguna situación y, llegado el momento
se te hace un nudo en la garganta y no puedes expresarlo? Has recibido
increíbles ofertas y por no atreverte a dar el salto, ya sea por miedo a lo
desconocido, al qué dirán o al fracaso, has
perdido una gran oportunidad y todavía permaneces en donde no quieres estar.
Independientemente
de cual sea el caso particular, lo cierto es que el miedo paraliza y merma el avance.
Es por esto que si te has identificado con algunas de estas características, a
través de este artículo, podrás encontrar algunas orientaciones que te ayudarán
a salir a flote de donde te encuentras de una forma práctica y simple.
El miedo es una situación de desconfianza. Y
desconfianza no sólo en otras personas o situaciones externas, sino también la
desconfianza que podemos tener hacia nosotros mismos. Desconfianza a nuestras
capacidades, a nuestros dones, a nuestras cualidades, desconfianza a nuestra
dignidad, desconfianza a nuestro ser.
Ahora bien, también podemos preguntarnos: ¿Qué es la desconfianza? La desconfianza es el creer que no tenemos la capacidad para hacer frente a una situación amenazadora que se nos presenta. Por lo que podemos decir que el miedo empieza por el no poder controlar situaciones ya sean internas o externas. Y al no poder hacerlo, nos entra un sentimiento que repele a dicha circunstancia, lo cual nos hace evitarla en un futuro, a toda costa.
Ahora bien, también podemos preguntarnos: ¿Qué es la desconfianza? La desconfianza es el creer que no tenemos la capacidad para hacer frente a una situación amenazadora que se nos presenta. Por lo que podemos decir que el miedo empieza por el no poder controlar situaciones ya sean internas o externas. Y al no poder hacerlo, nos entra un sentimiento que repele a dicha circunstancia, lo cual nos hace evitarla en un futuro, a toda costa.
El miedo no es más que proyecciones que hace mi mente sobre lo que me sucederá. Tiene que ver con mis ganas de poder prever el futuro incierto. Es mi incapacidad para entregarme a la incertidumbre. Es el susto que me da SER LIBRE.
Cabe decir, que existe un tipo de miedo apropiado, el
cual nos advierte que es peligroso hacer algo (como lanzarnos desde un tercer piso o conducir ebrios). Cuando el
miedo es apropiado, sirve para tomar consciencia del peligro real y así poder tomar las medidas de precauciones necesarias.
Ahora bien el tipo de miedo que queremos tratar en
este escrito es el miedo psicológico. Este tipo de miedo se refiere siempre a
algo que podría pasar, no a algo que está sucediendo ahora; y es por esto que
acarrea toda una serie de manifestaciones como son: incomodidad, preocupación, ansiedad,
nerviosismo, temor, tensión, fobia, terror y demás.
Muchas personas se pasan la vida teniendo miedos
infundados, en realidad esto le ocurre
casi a todo el mundo, y si piensas
en cuales son aquellas cosas que te infundieron miedo en los últimos meses,
descubrirás que la mayoría de ellas nunca sucedió.
Independientemente de cuál sea la causa, ya sea miedo
al fracaso, al qué dirán, a una pérdida,
a ser herido, etc. Lo cierto es que la
mayoría de los miedos tienen su raíz en una forma errónea de percibirnos a
nosotros mismos y al mundo que nos rodea, es decir que tienen un origen mental,
por lo que si aprendemos a controlar nuestros pensamientos, podemos terminar
con ellos.
La verdad es que la mayoría de los miedos que sufrimos
a diario se derivan de los pensamientos negativos. La persona va creando en su mente una sucesión
de imágenes catastróficas, las cuales si no son manejadas a tiempo crean una
bola de nieve que puede envolver al individuo en un mar de emociones,
sensaciones y acciones que sólo llevan a la depresión y al fracaso.
Pero como nuestra vida es el producto de nuestros
pensamientos, al pensar en cosas atemorizantes no sólo comenzamos a sufrir las
consecuencias físicas de tener miedo, sino que además y para peor, atraemos
aquello a lo cual tememos. Por tanto debemos
estar bien alertas a nuestros pensamientos, ya que si bien no somos los pensamientos,
podemos convertirnos en aquello que pensamos.
Una expresión del miedo muy común es
la ansiedad, la cual ocurre, en ocasiones, cuando no parece existir un motivo
que lo provoque. Suele estar acompañada de
síntomas fisiológicos como son una
sensación de opresión en el pecho, dolor de estómago, náuseas, o una percepción
de que está por ocurrir algo horrible. Muchas veces, la ansiedad interfiere en el
desempeño de nuestras actividades cotidianas como trabajar, estudiar y dormir.
El miedo hacia algún hecho o situación ya sea real o
imaginaria, nos lleva a odiarla y evitarla a toda costa y este odio se
transforma en un sufrimiento constante. Es así como esta triada (miedo, odio,
sufrimiento) no es sólo en cuanto a los hechos. Lo terrible del caso es que
también se transfiere hacia la persona que lo padece. Al sentirnos incapaces de
enfrentar un problema por el miedo que nos causa, empezamos a sentir miedo
hacia nosotros mismos; miedo entendido como desconfianza y esta desconfianza se
torna en una profunda inseguridad. ¿Por qué? Porque la persona termina culpándose
del problema, y piensa que no fue lo
suficientemente “bueno/a” o capaz para
resolverlo.
Y es así como esa inseguridad hacia nosotros mismos
nos hace caer en una desesperación que muchas veces nos lleva a odiar esa parte
nuestra que no pudo enfrentar la dificultad. Y no solo eso sino que posteriormente
ese odio se generaliza. Es decir si fuimos incapaces de hacer algo específico,
generalizamos esta incapacidad para todo y nos calificamos con un sin número de
cualidades negativas que terminan sumergiendo nuestra autoestima en un abismo.
Y finalmente, ese odio e insatisfacción que sentimos hacia nosotros nos lleva a
una terrible espiral de sufrimiento que, al ser lo más profundo del problema,
es lo más difícil de resolver. Y es aquí donde empieza la gran tarea del ser
humano para salir de este sufrimiento.
Definitivamente, el temor es el
enemigo natural de la confianza. La autoconfianza no es más que la habilidad de un individuo de tener fe y de
creer en sus habilidades. El progreso y el crecimiento de la autoconfianza
comienzan con un examen adecuado. La mente debe ser inspeccionada de manera que
se identifiquen las inclinaciones nocivas, que se eliminen las debilidades, y
que se pueda encontrar un patrón adecuado de pensamiento y conducta.
Debemos
prestar atención a algunas formas en las que se puede manifestar el temor a uno
mismo. Puedes expresarlo en forma de timidez, inseguridad, pudor, y en forma de
una gran necesidad de autoconfianza.
Liberarse del miedo no es algo tan simple como tomarse una
pastilla. Es un proceso que se va
superando a medida que se comprende el origen del mismo. No basta con saber a qué le tengo miedo, sino
por qué le tengo miedo, qué ocurrió
anteriormente que me hizo despertar ese miedo, algún hecho en particular, quizás alguna situación de mi niñez, o cualquier otra circunstancia.
Para esto la meditación es
una herramienta fundamental, ya que le permite a la persona, el conocimiento de sí mismo, y esto significa darse cuenta de sus
pensamientos y emociones. Muchos de nuestros miedos y su origen no podemos de
terminarlos a través de la mente consciente, sino que debemos relajarnos para
penetrar a la mente subconsciente y una
forma de poder llegar a ella es la cuando la mente consciente está en calma, lo
cual puede lograrse a través de la meditación.
Con la ayuda de esta técnica, podemos descubrir en todos los momentos de la
vida cotidiana lo que es verdadero y lo
que es falso. Podemos vigilar todos los momentos del día, ver cómo
opera nuestro pensamiento, ver funcionar el mecanismo de la defensa, ver los
temores, las ambiciones, las codicias y envidias, vigilar todo esto, indagarlo
todo el tiempo, eso es parte de la meditación.
Para liberarse del miedo y alcanzar la paz es necesario despojarse de todas esos
pensamientos negativos y limitantes que
te han acompañado hasta hoy. Debes
liberarte de todas esas falsas creencias, las cuales defiendes con tus apegos,
deseos y excusas baratas, impidiéndote así, ver tu grandeza.
Sabes porque la gran mayoría no se atreve a liberarse?…..y
puede que sea tu caso…Porque tienes MIEDO. Te dijeron o aprendiste en el pasado que si sueltas lo
que hasta ahora tienes, quedarías
completamente solo, sin nada.
Muchos prefieren estar cargados de cosas y rodeados de
personas que no les agradan, por miedo a
la soledad y al vacío. Esta situación
genera un conflicto interno en el individuo y por tanto, busca miles de justificaciones
para continuar donde está.
Es simple, no puedes llenar un vaso de agua, si está
lleno de otra cosa, primero debes vaciarlo. Así debemos hacer nosotros, para
recibir todo eso que anhelamos, debemos eliminar todas esas ataduras, falsas
creencias y pensamientos mediocres que nos rodean, sino nunca lograremos eso
que tanto queremos. Lo primero que tenemos que hacer
para liberarnos del miedo, debemos identificar y eliminar nuestros engaños, en
particular la estimación propia y la ignorancia del aferramiento propio.
Ahora bien, la pregunta que todos ustedes se estarían
haciendo en estos momentos es como superar el miedo si ya lo he identificado, trato
de controlar los pensamientos negativos y por más que intento, todavía continúa?
Primeramente,
debemos reconocer que somos seres imperfectos y que el miedo forma parte de esa
imperfección. En tal sentido la aceptación y el perdón son imprescindibles. El ánimo
de perdón es un elemento clave en nuestra búsqueda de la felicidad. Acepta que el miedo es una respuesta
normal a tu desarrollo personal.
Cada vez que quieres crecer, que quieres tomar una decisión importante,
que quieres salirte de tu lugar de comodidad, sentirás miedo ya que este quiere
protegerte de lo desconocido. La aceptación de las emociones
desagradables es la condición previa para el cambio. Significa experimentar,
sin negación o rechazo, que un hecho es un hecho, que sentimos lo que sentimos.
Significa respeto por la realidad. No podemos hacer desaparecer nuestro miedo
gritándole, o gritándonos a nosotros mismos, o reprochándonos porque nos
sentimos culpables. El camino correcto es ser conscientes de esa emoción,
recordando que somos más grandes que cualquier emoción aislada, convirtiéndonos
en testigos, sin identificarnos con nuestro estado emocional.
Debemos entender que por mas difícil que parezca una
situación, siempre tenemos la capacidad, la fortaleza y la valentía para enfrentarla…Pero el error esta en la
mayoría de las veces dudamos de nuestra capacidad.
Pero porque dudamos? Sobre todo por la
ignorancia, es esta la causa básica del
temor, y suele darse cuando uno no es consciente de “su verdadera naturaleza”.
Cuando una persona ha descubierto la infinita e indestructible “naturaleza de
su alma”, entonces ya no hay forma de que sienta miedo. Sin embargo, están
aquellos que no pueden o no quieren aceptar esto, y en consecuencia se sienten
apartados, vulnerables, susceptibles, y aislados ya que no han sintonizado con
la divinidad, con ese Todopoderoso. Debemos entender que no estamos solos, que
contamos con la fuerza el universo, del padre, de la divinidad, no importa cómo
le quieran llamar. Y que si aprendemos a conectarnos, a vivir en comunión con esa energía superior, TODO, absolutamente TODO es posible.
La
diferencia entre un ser espiritual y un ser común no es que no reciba pruebas,
sino su reacción ante ellas. El ser espiritual no es que no sienta miedo, sino
que posee un elemento primordial para vencerlo, la FE. Por
eso antes de darse por vencido ante cualquier eventualidad, el ser espiritual
suelta esa dificultad y se la confía a un ser superior, aclarando que no es que se cruza de brazos,
sino que abre su espíritu, su mente y su corazón para alinearse con la mejor
solución. A través de la Fe, reconoce
que unido a esa energía superior, lo complicado se torna simple, la oscuridad
en luz, lo amargo dulce, el dolor en gozo, la tristeza en alegría y el miedo en
valentía.
Aquellas
seres que hacen la diferencia no son precisamente los que no sienten el miedo,
sino los que a pesar de sentirlo se
lanzan y lo enfrentan; para posteriormente darse cuenta que aquel monstruo no era tan grande,
que no hay mayor monstruo que la mente, que es la fuente de todos nuestros
miedos. Debes
entender que ganas fortaleza, coraje y
confianza en ti mismo cada vez que te detienes y miras el miedo a la cara.
Los seres exitosos son aquellos
que se atreven a vivir sus sueños aunque tienen tantos miedos como aquellos que
viven miserablemente, lo único es que se han convertido en maestros de sus
miedos en vez de permitir que sus miedos sean su maestro.
Hazte consciente de que tienes poder sobre ti
mismo, atrévete a vivir tus sueños, a enfrentar obstáculos, y tomar el control de tu vida.
No te dejes
arrastrar por la desesperación. Siempre hay una salida, ten paciencia y confía.
A veces nos enfocamos en una única solución, ignorando que existen otras
posibilidades, sólo es cuestión de abrir el espíritu y buscar la comunión con
lo divino.
No permitas que el miedo intervenga en la realización de tu propósito.
Tú tienes grandes talentos y habilidades únicas que compartir con el
mundo. Nadie puede ofrecer lo que tú puedes ofrecer.
Todos
estamos destinados a brillar. Nacimos para hacer manifiesta la grandeza de la
creación a través de nosotros mismos. No es sólo una capacidad de algunos, está
en todos nosotros. Y cuando permites que la luz divina se manifieste a través
de ti, inconscientemente, alentarás a
otras personas para que hagan lo mismo. A medida que te liberas de tu propio miedo, tu sola presencia automáticamente libera a otros.
Voz de la Conciencia
tengo mucho miedos y me dule demasiado la cabeza por eso y nose como superarlo
ResponderEliminarBuenas noches yo solo quiero compartir con ustedes mi experiencia mi vida estaba perdida sin deseos de vivir por mis complejos timidez mis temores no me dejaban ver que yo misma era mi obtaculo para salir adelante por eso quiero que como a mi me ayudaron todo aquel que este a si como yo lo estuve escriban a este correo consejos02@hotmail.com cambio mi vida tles aconsejos que escriban contando tu situación (problema)la decisión es tuya cada ser humano tiene una historia cuales la tuya
EliminarTrata de calmarte, respira profundo, centrarte en tu corazon, confia y ten fe.
ResponderEliminarmuchas gracias tendré en cuenta lo que he leído y lo pondré en practica.
ResponderEliminarahora cre que mis constantes dolores de cuello son producto de mi inseguridad, por que me la paso pensando en cosas que quiero hacer pero que por culpa de mi negativismo no lo hago por que tengo miedo al resultado.
ResponderEliminarHaz lo que sientas y serás feliz, una vez que te decides a enfrentar tus miedos, irá aumentando tu confianza y te darás cuenta que no era tan dificil como te hacia creer la mente. Debes tener fe, y tener fe no significa no tener miedo, sino tener el coraje para enfrentarlo. Bendiciones!
ResponderEliminarla verdad, sos un genio/a tengo muchos miedos y me hiciste pensar muchas cosas, espero que gracias a tu articulo, mi vida pueda cambiar gracias
ResponderEliminarMe alegra mucho que lo escrito te pueda ayudar en algo, porque para esto fue creado el blog. Animo, las herramientas estan, sólo es cuestión de practicar y hacerlo con amor, conciencia y fe. Bendiciones!
ResponderEliminargracias leí el articulo me interese mucho aunque confieso que cuando, lo abrí leí los primeros párrafos y ya lo iba a cerrar pero me puse a leer los comentarios y ver comentarios positivos me decidí a leerlo todo. y la verdad me encanto pues yo soy una persona llena de miedos y temores y a menudo que tomo una decisión y algo me sale mal me pongo a pensar en solo cosas negativas a culparme y a encerrarme en un mundo de rabia , pero al leerlo sentí que yo también puedo y de aquí en adelante iré borrado lo negativo a enfrentarme al miedo y poderlo ver a la cara con fe en mi Dios .gracias
ResponderEliminarClaro que si, que puedes! Todos tenemos miedos, pero asímismo todos tenemos la capacidad de vencerlo. Confía en tu intuición, en tu corazón, el es sabio y te dará las mejores respuestas. Procura siempre que tus decisiones se basen en el amor y no en el miedo, de esto depende el éxito en nuestras vidas.
EliminarBendiciones Infinitas.
Hola, les comento que estoy en 3er año de profesorado de ingles, empece a estudiar de grande (hoy tengo 45 años) y lo comence en 2008, hace 7 años que voy, normalmente dura cuatro años, mi problema es que por miedo un año deje, luego retomé la carrera y este año tuve que hacer las practicas, pero no las hice por miedo a que no me salgan los planes de las clases y que me vengan a observar las docentes. Por favor agradecere sus consejos y comentarios. Me ayudan mucho. gracias
ResponderEliminarhola, estoy cursando 3er año del profesorado de ingles, empece en el 2008 y lo voy haciendo de a poco. Este año debi hacer las practicas pero tuve miedo de hacer los planes de las clases y mas aun, que me vayan a observar las docentes, por lo cual me siento muy mal. El año que viene debo hacerlas, ya que las suspendi,. Como hago para no tener miedo?.
ResponderEliminarGracias
Hola, estoy en tercer año de profesorado de ingles. normalmente se hace en 4 años, pero yo lo comence en el 2008 y todavia no lo termine, uno de los motivos es que vengo postergando las practicas, me da miedo hacer mal los planes de las clases y lo que es peor, que me observen las docentes dar mi clase. Que puedo hacer?, me desespera y me da mucha angustia esta situaci'on. Muchas gracias.
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