Hoy mi corazón rebosa de gratitud y nostalgia. No sé si es porque el día está nublado, no sé si será
por las canciones de Serrat, o si será porque no tengo que ir a trabajar, o será
una combinación de las tres cosas.
Lo que si sé es que las emociones son
como las olas del mar, que vienen y van, sin esperar que puedas levantar la cabeza
para tomar un respiro.
Hoy el ocio me da el tiempo para observar
estas emociones y preguntarle a la vida cómo puedo estar más cerca de ella.
Las lágrimas corren por mis mejillas
y mi corazón se conmueve, como si de esta manera la vida me tratase de dar una
respuesta que no se puede ser expreada con palabras, ya que a veces esta forma
de lenguaje no es suficiente.
Continúo haciendo preguntas telepáticas
a la vida, a las cuales ella me da algunas respuestas, y así se establece nuestro
diálogo sin mente ni palabras, donde sólo reina el lenguaje del corazón…. Y de
repente me encuentro en uno de esos momentos donde cobra sentido lo que parace
no tener sentido, donde llegan todas las respuestas a las preguntas que algun día
fueron relevantes, pero que en ese momento dejan de serlo, ya que te das cuenta
que éstas vienen de la mente dual y cuando hablas desde el corazón comulgas con
la totalidad.
Es por esto que decido aprovechar mejor la ocasión para sentir y agradecer. Doy gracias a la madre tierra por mi
experiencia humana en su perfección que me permite aprender. Doy gracias al campo electromagnético de la tierra que hace
latir mi corazón. Doy gracias al universo porque me permite ser un canal de
sanación. Si el otro sana, yo sano; si el otro se libera, yo me libero, y viceversa. Yo y el otro
no son más que las dos caras de una misma moneda… Todo lo que como practicante
de medicina cuántica trato de sanar en el otro,
lo estoy sanando en mí, porque a fin de cuentas el otro no existe, el otro es sólo
un reflejo de lo que soy, por eso desde esta óptica nadie me puede transmitir
nada, así como yo tampoco curo nada, es solamente parte de un juego que le da
sentido a mi vida y me permite conectar con una parte
de mí un poco olvidada, con mi intuición, con mi ser, con
lo elementos de la naturaleza hasta volverme uno con la madre tierra y el cosmos.
Con Amor,
Rosalia Amor
www.vozdelaconciencia.com
Con Amor,
Rosalia Amor
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